Ahora que tengo un ratín libre y me siendo con ganas e inspirada, aprovecho para dar las gracias a una persona a la que todavía no conozco personalmente, aunque ... todo se andará. Me ha dado un premio porque le gusta mi blog.
Durante 8 años he veraneado en León, en un pueblo de regadío en los aledaños del Porma y durante todos esos 8 meses de julio lo primero que veía al tomar la desviación que me llevaba a casa era un pájaro precioso, de un tamaño considerable.... que planeaba sobre el camino para ir a posarse al mismo chopo de siempre; es que parecía que me estaba esperando¡. Era una abubilla.
No he vuelto a saber de una hasta que apareció Cristina y no vayáis a pensar¡ que cada vez que entro en su blog, me acuerdo del pájaro de León que el pobre ya estará dando malvas después de todos estos años.
¿No es bonito y reconfortante levantarte por las mañanas y tener la certeza de que hay alguien que ni siquiera conoces y te dedica un pensamiento?. Gracias a Cristina de La Abubilla y a todas las que me seguís.
Durante 8 años he veraneado en León, en un pueblo de regadío en los aledaños del Porma y durante todos esos 8 meses de julio lo primero que veía al tomar la desviación que me llevaba a casa era un pájaro precioso, de un tamaño considerable.... que planeaba sobre el camino para ir a posarse al mismo chopo de siempre; es que parecía que me estaba esperando¡. Era una abubilla.
No he vuelto a saber de una hasta que apareció Cristina y no vayáis a pensar¡ que cada vez que entro en su blog, me acuerdo del pájaro de León que el pobre ya estará dando malvas después de todos estos años.
Un reconocimiento, sin duda, merecidísimo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a ti Geli!! me ha encantado la historia que has contado. No sé si alguna vez lo he comentado pero el nombre de mi blog es porque me parecen muy curiosos esos pájaros...sabías que hacen pareja de por vida!?
ResponderEliminarNo sólo me gusta tu blog si no que creo que tus trabajos son los más bonitos y precisos. Estoy encantada de poder contar con tu amistad....
Que pena que estemos taaaannn lejos.
Besos,
Cristina