Aquí estoy otra vez como prometí. Esta es mi segunda guirnalda de ángeles, la primera que hice está en la tienda de Belén y se quedará allí para siempre. Lo malo de regalar algo que te gusta mucho es que tienes que volver a hacerlo y lo bueno es que un trabajo que repites te sale mucho mejor, ja¡ja¡ja¡, Belén: I´m very sorry.
Soy de la opinión que la máquina de coser y el patchwork no casan demasiado bien, a decir verdad, no casan en absoluto pero para ciertos momentos es insustituible.
Para los muñecos, por ejemplo, me parece imprescindible; para cerrar un cojín, para cerrar un bolso de tela, un monedero, para colocar un biés, no sé... para mil cosas.
En la práctica esta la perfección. Si alguna de vosotras tenéis en casa alguien que haya practicado un deporte en serio, toque un instrumento musical o tenga una profesión en la que se maneje una herramienta precisa entenderéis lo que acabo de escribir.
Las prácticas son duras, desanimadoras y ¡tal largas¡. Al principio crees que no vas a poder superar aquello, te sientes torpe y negada pero a medida que pasa el tiempo esa sensación desaparece y al final todo es como un baile: lo haces sin pensar y siempre sale bien o... casi siempre.
Esta entrada se la dedico a todas mis alumnas y en especial a aquellas que siempre me están pidiendo trabajo y deberes para casa no siendo conscientes de todo lo que tienen que trabajar sin saberlo.
Con la máquina se practica sin hilo y una hora todos los días. Haced varias fotocopias de las hojas que hay en el enlace (hay muchas más pero yo sólo he encontrado las más fáciles) e intentad que la aguja pase exactamente por las líneas marcadas.
La velocidad será media o mínima y la aguja en posición "abajo" si es que tenéis la suerte de tener una máquina con esa opción. Para hacer curvas es una gran ventaja esta opción.
Pinchar aquí, en "
ejercicios para la máquina de coser". y a practicar¡